Experiencia púrpura

[English below]

Sin la menor duda, ha sido el fin de semana pasado un motivo más para dedicar éste post a mi repertorio de experiencias, de proyectos en marcha y como referencia para lo que esté por venir. 

Del 25 al 28 de octubre, quince personas y un cánido, todos Nostriches, llevamos a cabo un encuentro en un recóndito lugar del Planeta Tierra, para conocer las vías de integración en las que hemos interactuado y un poco acerca de nuestros temperamentos.

La mayoría de los integrantes de procedencia Alemana, otros Austriacos, otros Mexicanos y otro de Texas, nos reunimos tres días y dos noches. A través de nuestras conversaciones y actos, intercambiamos ideas, maneras de ser y algunos interesantes objetos. El punto de reunión y descanso estaba en el tercer y último piso de la casa, una rústica edificación de los años mil novecientos doce aproximadamente.

Las conversaciones acerca de dinero sano Bitcoin, las redes descentralizadas, el intercambio de libros y pegatinas nos mantenían entusiasmados, incluso una caminata de aproximadamente unos ocho kilómetros, la cual nos llevó a adentrarnos en frondosos bosques iluminados con los colores y aromas de otoño, en donde llevamos juntos a cabo una recolección de deliciosas setas comestibles.
Esta misma tarde, después de la caminata y al encontrarnos todos en casa, fueron todas las setas colocadas en la mesa para empezar a limpiarlas. Mientras esto sucedía, sabiendo yo que todas iban a ser cocidas o azadas, opté por apartar una porción personal, la cual sirvió de ingrediente crudo para comer junto con una deliciosa ensalada fresca.Mushrooms Collection

Un momento de tristeza, desesperación y desagrado, surgió posterior a la preparación de las setas, ya que, a pesar de ser todos afines en lo concerniente al motivo por el cual nos hemos ido conectando a través de Nostr,  entre los quince integrantes nos encontrábamos dos crudi-veganos y dos veganos. Por lo tanto, no contábamos con que se haría un repulsivo asado de carne en el mismo lugar en el que todos estábamos conviviendo. Este acto inusual para mí, adicional a un desequilibrado monto en la equivalencia de las finanzas que a cada uno nos correspondía pagar, ha dejado en mi esencia un nuevo aprendizaje:

A pesar de que quizá todos estemos en esta Tierra por una o varias causas y de que otros estén más confundidos que otros, por más que la humanidad aveces entre sí aparente coincidir, resulta imperativo aprender a distinguir el entorno con quien nos comunicamos e interactuamos. Desarrollarnos más entre personas de ideas afines, sobre todo en lo atinente a la alimentación, será aún de más relevancia de hoy en adelante, lo cual es seguramente posible. Esto debido a que y sin olvidarlo, existe un dicho que dice: «Se es lo que se come», el cual va más allá de un comprensible fundamento.

La humanidad vive en variadas frecuencias. El estado en el que desde hace décadas he ido consiguiendo, gracias a la manera de alimentarme, me permite entender éste contexto, refuerza el hecho de hacerme notar que no debo bajar la retaguardia y que sobre todo, debo continuar con la posición de poner alto a lo que deseo apoyar y lo que no. La explotación animal por ejemplo, es un acto que desde hace décadas repudio. Cuando surgen experiencias como estas a la que «me he prestado», tristemente he apoyado la explotación animal de manera indirecta y esto podría afectar sin duda la frecuencia en la que me muevo.

Por otra parte, aún respecto al tema alimenticio, se podría considerar que si por algún ligero error hubiese surgido alguna fricción al interactuar un par de días ante la frecuencia de otros partícipes, habría sido por haberme integrado a la frecuencia de una mayoría por un amplio periodo, lo cual refuerza desde éste momento, una vez más, la posición que desearía preservar ante el siguiente encuentro.

En general, la experiencia es lo que vale, lo demás podría decirse que es «en cierta forma superfluo» y parte del aprendizaje. Así que, poniendo a un lado la situación y la forma en la que nos alimentamos, deseo recalcar que el encuentro ha servido para el refuerzo de los vínculos, para lo que estoy arduamente trabajando junto a la comunidad, con el propósito de aprender, no nada más de los errores, sino también de las actitudes buenas de los semejantes con los que he convivido.  Aprendimos a esperar, a guiarnos el uno con el otro, a ser pacientes, a observar, a permanecer en contacto aún en la lejanía y continuar apoyándonos el uno al otro en el área laboral, ante la turbiedad, ignorancia y deseos de aprender por parte de otros en las DeSoc’s. 


 

Purple experience

Without a doubt, last weekend was another reason to dedicate this post to my repertoire of experiences, projects in progress and as a reference for what is to come.

From October 25 to 28, fifteen people and a canine, all Nostriches, held a meeting in a remote place on Planet Earth, to learn about the integration paths in which we have interacted and a little about our temperaments.

Most of the members were of German origin, others were Austrian, others were Mexican and another was from Texas, we met for three days and two nights. Through our conversations and actions, we exchanged ideas, ways of being and some interesting objects. The meeting and resting point was on the third and last floor of the house, a rustic building from around nineteen twelve.

Conversations about sound money (Bitcoin), decentralised networks, book and sticker exchanges kept us excited, even a walk of about three miles, which took us into lush forests illuminated with the colours and aromas of autumn, where we carried out a collection of delicious edible mushrooms together.
This afternoon, after the walk and when we were all at home, all the mushrooms were placed on the table to begin cleaning them. While this was happening, knowing that they were all going to be cooked or hoed, I decided to set aside a personal portion, which served as a raw ingredient to eat along with a delicious fresh salad.

Conversation With The ElementalsA moment of sadness, despair and displeasure arose after the preparation of the mushrooms, since, despite being all similar in regards to the reason why we have been connecting through Nostr, among the fifteen members there were two raw-vegans and two vegans. Therefore, we did not count on the fact that a ugly barbecue would take place in the same eat and rest-room where we were all living together. This unusual act for me, in addition to an unbalanced amount in the equivalence of the finances that each of us had to pay, has left a new learning in my essence:

Although perhaps we are all on this Earth for one or several reasons and that some are more confused than others, even though humanity sometimes seems to agree with each other, it is imperative to learn to distinguish the environment with which we communicate and interact. Developing more among like-minded people, especially in relation to food, will be even more relevant from now on, which is surely possible. This is because and without forgetting it, there is a saying that says: “You are what you eat”, which goes beyond an understandable basis.

Humanity lives in various frequencies. The circumstance which I have been achieving for decades, thanks to the way I eat, allows me to understand this context, reinforces the fact of making me notice that I must not lower my guard and that above all, I shall continue with the position of putting a stop to what I want to support and what I do not. Animal exploitation, for example, is an act that I have repudiated for decades. When experiences like these arise, sadly I have indirectly supported animal exploitation and this could certainly affect the frequency at which I move.

On the other hand, still regarding the food issue, it could be considered that if due to some slight error some friction had arisen when interacting for a couple of days with the frequency of other participants, it would have been because I had joined the frequency of a majority for a long period, which reinforces from this moment, once again, the position I would like to preserve for the next meeting.

In general, experience is what counts, the rest could be said to be “somewhat superfluous” and part of learning. So, putting aside the situation and the way we eat, I want to emphasize that the meeting has served to strengthen ties, for which I am working hard with the community, with the purpose of learning, not only from mistakes, but also from the good attitudes of the people with whom I have lived. We learned to wait, to guide each other, to be patient, to observe, to stay in touch even from a distance and to continue supporting each other in the work area, in the face of the turbidity, ignorance and desire to learn from others on DeSoc’s.

Purple experience – 10/29/24

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